Argentina: Purga y malestar en el Ejército

Fuerte malestar en el Ejército por el pase a retiro de 22 generales

Descabezamientos en el Ejército y continuidad en la Fuerza Aérea. La definición de la nueva cúpula militar, que producirá el pase a retiro de por lo menos 22 generales, refleja criterios dispares en la selección de las nuevas autoridades de las Fuerzas Armadas y provocó un fuerte impacto negativo en el Ejército. “Hay un malestar enorme. Esto es tomado como un ataque al Ejército. Se está perdiendo un capital y una experiencia acumulada de años, con criterios que no se aplican en las otras fuerzas”, se quejó un oficial en actividad consultado por LA NACION.

El recambio de la conducción encumbró al actual jefe aeronáutico, brigadier general Xavier Julián Isaac, como jefe del Estado Mayor Conjunto, una decisión que habría sido impulsada por la Jefatura de Gabinete de la Nación. Los nombramientos se confirmaron por decretos del presidente Javier Milei, refrendados por el ministro de Defensa, Luis Petri, y publicados en el Boletín Oficial.

El número de 22 generales crecería a 24 si se computan al actual jefe del Estado Mayor Conjunto, teniente general Juan Martín Paleo, y al auditor de las Fuerzas Armadas, general José Antonio Stanchina. Hay, además, militares del Ejército que cumplen funciones en el Estado Mayor Conjunto y también podrían quedar desafectados. Fuentes gubernamentales, sin embargo, relativizaron el número, al dejar abierta la posibilidad de que algunos se mantengan en otras funciones, por fuera de la estructura de comando.

Hay que remontarse a los tiempos de la recuperación de la democracia, en diciembre de 1983, para encontrar una purga mayor a la ejecutada por el presidente Javier Milei en el Ejército. Al elegir la primera conducción de las Fuerzas Armadas, luego de poner fin a la dictadura militar, Raúl Alfonsín pasó a retiro a 35 generales, 17 almirantes y 9 brigadieres que se mostraban identificados con el Proceso Militar.

Perteneciente a la promoción 118, el nuevo jefe del Ejército egresó del Colegio Militar en diciembre de 1987, el año del levantamiento carapintada de Semana Santa.

En la presidencia de Néstor Kirchner, en la que se reactivaron los juicios a los militares por violaciones a los derechos humanos, la purga que derivó en la designación del general Roberto Bendini como jefe del Ejército, llegó a 17 generales.

El general Carlos Alberto Presti, jefe del Ejército

La Fuerza Aérea, al frente

Las sensaciones son diferentes en el sector aeronáutico. Titular de la Fuerza Aérea desde hace cuatro años, el brigadier Isaac es un fuerte defensor de la compra de los aviones de caza F-16, que exigiría una inversión de 350 millones de dólares, para darle un salto de calidad al equipamiento de las Fuerzas Armadas. Las negociaciones con Estados Unidos comenzaron en la gestión de Jorge Taiana en el Ministerio de Defensa, en la que al mismo tiempo se abrió el juego a otras opciones, como los JF-17, de China, y los HAL Tejas, de la India.

El nuevo jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas fue agregado militar en Washington y en los últimos años tejió relaciones con el actual jefe de Gabinete, Nicolás Posse, cuando era directivo de Aeropuertos Argentina 2000, una de las empresas de Eduardo Eurnekian. Un brigadier retirado, que integró el gabinete de Defensa durante el gobierno de Mauricio Macri, es hoy asesor de Posse y habría tenido participación en la definición de los nuevos mandos militares. Fuentes oficiales destacaron que se valoraron los antecedentes de Isaac, su profesionalidad y capacidad para llevar adelante proyectos, muchos de los cuales continuarían.

Pocos esperaban que la elección del jefe del Ejército recayera en el general de brigada Carlos Alberto Presti, actual comandante de la IV Brigada Aerotransportada, con asiento en Córdoba, y número 22 en la lista de generales en actividad, por orden de antigüedad. Ante la designación de un nuevo jefe, es tradición en las Fuerzas Armadas que los oficiales superiores más antiguos pasen a retiro. En el caso del Ejército, a esos 21 generales se suman otros dos: el jefe del Estado Mayor Conjunto y el auditor general.

En el Ministerio de Defensa explicaron que Presti, perteneciente a la promoción 118 del Colegio Militar y muy valorado por sus subalternos, es tres años más moderno que el teniente general Guillermo Olegario Pereda, (promoción 115). Y argumentaron que “en los gobiernos de Mauricio Macri y de Alberto Fernández, entre gestión y gestión, se mantuvo el salto de tres promociones en los jefes del Ejército”. Los cuestionamientos a la decisión de Milei no apuntan a las condiciones de Presti, sino al descabezamiento del plantel de generales. Algunas voces, en tanto, entienden que el malestar se refleja particularmente en las promociones afectadas y no tanto en los oficiales más jóvenes.

Cerca del ministro Petri argumentaron que en los últimos años hubo menos pases a retiro que en otras gestiones y que varios oficiales que deberían dejar el Ejército podrían continuar sus carreras dentro del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas. “Hubo dos promociones que acumularon 18 generales, lo que es un exceso y en algún momento se tenía que corregir”, evaluó una fuente gubernamental.

Junto al teniente general Pereda, en el Ejército deberán pasar a retiro los generales de división Martín López Blanco, actual subjefe, y Gustavo Alejandro Garcés Luzuriaga, comandante de Adiestramiento y Alistamiento, y los generales de brigada Aníbal Luis Intini, director general de Educación; Roberto Agüero, comandante de la 2da. División del Ejército; Miguel Ángel Juárez, comandante de la 3ra. División; Julio César Berden, comandante de la guarnición militar Campo de Mayo; Javier Alberto Palazón, director general de Salud; Sergio Maldonado, secretario general de la fuerza; Jorge Puebla, director general de Ingenieros e Infraestructura, y Alexis Dubowik, del Comando de Aviación del Ejército, entre otros.

Fuerte impacto

La repercusión del descabezamiento es fuerte dentro del Ejército. “Impacta muchísimo porque nos vamos 22 generales antiguos”, dijo a LA NACION uno de los militares que deberá decir adiós.

Y prosiguió: “Impacta en lo emocional entre los militares, pero lo real es que impacta en la gestión: se van generales con recorrido y experiencia, con capacidades adquiridas en el día a día. Aprender a ser general lleva su tiempo y, sobre todo, en los altos mandos, con un expertise y un roce multiagencial que no lo tienen los coroneles, ni los generales jóvenes”.

El listado de generales en actividad hasta el 31 de diciembre de 2023 comprende a 38 oficiales superiores del Ejército. En el Ministerio de Defensa explican que en los últimos años hubo menos pases a retiro que en otras gestiones. Por ejemplo, a fines de 2022 no hubo retiros. Incluso, el Senado tiene pendiente desde hace un año los ascensos propuestos de oficiales superiores en condiciones de ascender.

Fuentes castrenses revelaron a LA NACION que el preferido del actual jefe del Estado Mayor Conjunto para conducir el Ejército era el comandante operacional del organismo, el general de brigada Jorge Fabián Berredo, con el argumento de que se debía dar continuidad a la política militar que se venía ejecutando, aunque también le habría puesto fichas al general Aldo Daniel Ferrari, comandante de la 1ra. División de Ejército, con asiento en Curuzú Cuatiá y responsabilidades en unidades de 12 provincias del NEA y el NOA.

El contralmirante Carlos María Allievi, jefe de la Armada

La continuidad no se dio en el Ejército, pero sí en la Fuerza Aérea, donde el comandante de Adiestramiento y Alistamiento, brigadier mayor Fernando Luis Mengo, sucederá a Isaac. Tiene 55 años y fue secretario general aeronáutico y agregado de Defensa en la embajada argentina en el Reino Unido.

Mengo egresó de la Escuela de Aviación Militar en 1986, tres años después que Isaac, y tomará posesión del cargo el viernes próximo. Se estima que en la Fuerza Aérea pasarán a retiro tres brigadieres, que no ocupan hoy puestos operativos.

En la Armada, el nuevo jefe es el contralmirante Carlos María Allievi, actual comandante de la Flota de Mar e integrante de la promoción 116 de la Escuela Naval Militar, dos camadas más moderno que la de su antecesor, el almirante Julio Guardia (promoción 114). Se estima que entre siete y diez almirantes podrían pasar a retiro. De 58 años, Allievi fue también agregado naval en Washington y segundo comandante operacional del Estado Mayor Conjunto.

Algunos sectores navales se sumaron al malestar del Ejército y reclamaron que la conducción del Estado Mayor Conjunto sea rotativa y sostienen que en algún momento le debe corresponder a la Armada.

Comentarios

  1. Durante dos décadas los ejércitos argentinos han sido desmantelados, humillados y abandonados. La armada no tiene capacidad submarina y su flota de superficie es un chiste. El ejercito no tiene un vehículo de combate en condiciones, ni un solo tanque serio (el TAM no pasa de ser un cazacarros de menos de 40tn), los helicópteros del año del hambre y la artillería no se renueva desde que Independiente ganó su ultima Libertadores. ¿Dónde estaban entonces estos generales cuando destruían los Ejércitos Argentinos mientras ensalzaban a los asesinos terroristas montoneros y demás hijos de la gran puta que mataban a sus compañeros y subordinados? Pues ahora a llorar a la boca del metro (o del subte en Argentina) que con Milei se terminó el cuento.

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