Argentina: Finalmente, se crea la Mesa de Encuentro Libertador General San Martín

Revuelo por la irrupción de una "Mesa de Enlace" militar

La Casa Rosada denunció un intento de desestabilización. Spadaro, ex funcionario santafesino y miembro del espacio, trató de aplacar la polémica
Por Javier Felcaro
jfelcaro@lacapital.com.ar


 
José Ricardo Spadaro integra la Mesa de Encuentro Libertador General San Martín.


La irrupción en escena de una mesa conjunta de referentes de las Fuerzas Armadas y de seguridad, con el objetivo de incidir en la política del sector, puso a la defensiva a la Casa Rosada, desde donde advirtieron que el espacio pretende “conspirar, desestabilizar y desgastar” al Ejecutivo nacional y plantarse como alternativa a la actual conducción militar. José Ricardo Spadaro, ex gendarme y otrora funcionario del Gobierno de Santa Fe (entre 2014 y 2015), asumió la defensa pública del grupo cuestionado y descerrajó: “Es más posible que (en el país) haya un golpe civil que uno cívico-militar”.

La agrupación, denominada Mesa de Encuentro Libertador General San Martín, reúne a personal ya alejado de las Fuerzas Armadas y de seguridad, junto a autoridades de sociedades y mutuales de uniformados. Y es liderada por el general retirado Ernesto Bossi.

En el documento de lanzamiento, realizado el miércoles pasado, la mesa se presentó como “un espacio federal” que aspira a representar ante la dirigencia política y la opinión pública “a los centenares de miles de uniformados que viven y cumplen servicio en todo el territorio nacional”.

Sin embargo, el ministro de Defensa nacional, Agustín Rossi, aseguró que “esta Mesa de Enlace militar pretende incidir sobre las políticas del gobierno y busca conspirar, desestabilizar y desgastar”.

El funcionario trazó, de ese modo, un paralelo con la Mesa de Enlace de entidades agropecuarias, que durante cuatro meses de 2008 mantuvo un áspero conflicto con la Nación por su decisión de implementar las retenciones móviles.

“El único comandante en jefe de las Fuerzas Armadas es el presidente de la Nación (Alberto Fernández), elegido por el voto popular. La democracia no puede legitimar ese espacio, que tiene que disolverse. Hacen operaciones políticas contra el Estado argentino”, continuó Rossi, en declaraciones a LT8.

El ministro recordó que los integrantes de la mesa “cobran por mes entre 200 mil y 300 mil pesos”, razón por la cual enfatizó que Defensa no permitirá una eventual utilización de los fondos que el Estado nacional destina a los salarios de las Fuerzas Armadas “para financiar operaciones políticas”.

Reacciones

La agrupación también cosechó el repudio de otros funcionarios, legisladores y dirigentes de derechos humanos, que denunciaron un intento de “desestabilizar, conspirar y desgastar” al gobierno nacional.

Al respecto, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, dijo que la Mesa de Encuentro Libertador General San Martín pretende “desestabilizar en medio de un momento difícil, con una pandemia y un país económicamente destruido”. Y acusó a sus miembros de seguir “soñando con el poder dictatorial”.

En ese sentido, el Espacio Juicio y Castigo Rosario cuestionó con dureza “la aparición intimidatoria de un grupo de militares y policías retirados que, por los antecedentes de sus integrantes, no puede tener otro objetivo que desestabilizar la convivencia democrática”.

Asimismo, el comunicado del espacio recordó que sobre las Fuerzas Armadas y de seguridad “todavía quedan pendientes reformas profundas”. Y repasó: “Los levantamientos carapintadas al inicio de la recuperación de la democracia, las permanentes provocaciones de ex militares que se oponen a los juicios por crímenes de lesa humanidad, el gatillo fácil, la violencia institucional y las recientes asonadas policiales son claras demostraciones de esa deuda”.

El malestar se centró en las figuras de Bossi y el general Daniel Reimundes (Sociedad Militar Seguro de Vida), ligados a una conspiración desbaratada en 2004, durante el gobierno de Néstor Kirchner.

Argumentos

Por su parte, Spadaro, ex gendarme, experto en seguridad y lucha contra el narcotráfico y otrora secretario de Análisis y Articulación de Procesos Interministeriales de la provincia (gobierno de Antonio Bonfatti) aseveró a La Capital que Rossi incurrió en “un terrible error, porque no puede llamar conspirador a un grupo que se muestra abiertamente”.

“Es un grupo de opinión en gestación que no cuestionó las políticas del gobierno. De hecho, hay coincidencias en temas vinculados a la defensa y la seguridad y buscamos revertir los problemas de simetría entre ambas áreas y una mejor utilización de los recursos de la Nación”, añadió.

De inmediato, Spadaro procuró desactivar las alarmas encendidas en la Rosada. “No existe una conspiración. Es más posible que haya un golpe civil que uno cívico-militar. En la actualidad, esa instancia se estudia como una puja de poder de los movimientos políticos”, argumentó.

En esa línea, afirmó que “ya no queda nadie” con vinculación a los años de plomo en las Fuerzas Armadas, las que —subrayó— “se manejan con otros principios y reglas”.

 

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